Iniciación Deportiva: Enseñanza y Aprendizaje Comprensivo en el Deporte (Capítulo 3: “El entrenador en la iniciación deportiva” y Capítulo 4: “Construyendo escenarios, promoviendo aprendizajes: las situaciones de enseñanza en la iniciación a los deportes de cooperación/oposición”)
En estos capítulos hemos apreciado la importancia que tiene el entrenador en la formación de deportistas y en el desarrollo de las competencias. Debemos en primer lugar, entender al entrenador como una persona competente, el cual además de contar con los conocimientos y las capacidades propias de un profesional de la actividad y educación física, debe poseer conocimientos específicos de la disciplina en la cual se especializará y sobre todo de teorías de entrenamiento para aplicar ya sea en el ámbito escolar o en la alta competición.
El entrenador será un agente permanente en la vida de sus dirigidos, siendo el principal responsable de su preparación así como de la optimización de las capacidades de sus adiestrados. Su rol va más allá de la simple gestación de buenos resultados, pues el entrenador debe ser una constante en la vida del deportista, intentando relacionarse de la mejor manera posible, siendo prácticamente una especie de familia, pues la relación que hay entre ambos debe estar principalmente afiatada por la confianza, para motivarse el uno al otro a dar lo mejor de sí. El entrenador debe ser prácticamente un educador, un pedagogo que inculcará a partir de su metodología de entrenamiento los conocimientos y las praxis que desea fomentar en sus dirigidos. Además debe saber recompensar los esfuerzos, generar un ambiente positivo de aprendizaje en los entrenamientos, debe saber reaccionar adecuadamente ante los errores, saber tratar las presiones que sobre los niños puedan ejercer los padres, debe ser capaz de ganarse el respeto de los jugadores, debe ser un maestro motivador, un líder, un guía, un relacionador público, un juez, un amigo.
Existen diversos tipos de entrenadores, clasificados no solo por la especialidad deportiva a la cual se dedican, sino que también según las metodologías e ideologías propias que aplican en el desarrollo del entrenamiento en los deportistas. Dentro de los más comunes encontramos:
-Tradicional: directivo, serio y tenso, poca participación de sus colaboradores, su filosofía es la transmisión de modelos eficaces.
-Tecnológico: utiliza estilos diferentes, es meticuloso es sus planificaciones, genera diversos tipos de climas dentro del grupo, su filosofía se centra en el estudio y control de parámetros medibles.
-Innovador: experimenta de forma continua, utiliza el mayor número de medios y recursos, genera un clima agradable, su filosofía es aplicar métodos novedosos.
-Colaborativo: el entrenador no realiza todas las acciones, delega tareas en sus colaboradores, los cuales tienen gran importancia, el clima es positivo ya que genera distintos tipos de confianza, su filosofía es la delegación de trabajo.
-Psicológico: charlas largas previas al trabajo, utiliza principalmente la palabra como medio, genera un buen clima, su filosofía es la del diálogo permanente.
-Crítico: busca la perfección, utiliza y cambia los medios en función del análisis que haga, clima tenso y crítico, su filosofía es ser muy crítico con el mundo deportivo.
Cabe destacar la importancia en la formación de los entrenador, ya sea en el ámbito teórico o bien en el ámbito práctico, el profesional debe seguir permanentemente formándose, mejorando, cuestionándose, evaluándose (su actuar y sus metodologías), todo esto para perfeccionar aún más su trabajo ya sea en el ámbito escolar o en la alta competencia, sea cual sea su campo debe siempre seguir progresando.
A partir de las enseñanzas y las metodologías empleadas por el entrenador, podemos encontrar las diversas realidades de juego a las que se enfrentarán los dirigidos al practicar un deporte de colectivo, se destaca que, en lo factible, el entrenamiento intenté llegar lo más cercano posible a la realidad de juego, esto no a modo de presionar a sus jugadores, sino que adaptarlos de manera más rápida al juego, ya sea en las enseñanzas técnicas o tácticas, haciéndolos vivenciar permanentemente para que así estén mejor preparados ante las posibilidades del juego.
Dentro de las posibilidades de juego, debemos tener en cuenta componentes estructurales y funcionales como los son los protagonistas, ya sean los compañeros o los adversarios, ambos serán relevantes en el desarrollo del juego en situaciones de ataque, de defensa, de contragolpe, con y sin móvil (balón en el caso del futbol y basquetbol), los diversos escenarios y los roles (componente funcional del juego) que cumplirá cada uno en el desarrollo del juego, así como las estrategias que utilizará el equipo.
Los otros componentes estructurales como el espacio de juego, el tiempo de juego y los objetivos, son factores con los cuales los jugadores deberán trabajar constantemente en los entrenamientos, de modo que se familiaricen con ellos e intenten dominarlos a su favor, a partir de las técnicas (conducir, pasar, finta, chute, bloquear, rematar, etc.) y tácticas (ofensiva, defensiva, etc.) instruidas por el entrenador, en una situación real de juego.
viernes, 4 de junio de 2010
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